Archivos de la categoría Flores

Flores de Mieza: el jaguarzo morisco

El jaguarzo morisco (Cistus salviifolius) es un tipo de jara o estepa con grandes pétalos blancos y un apretado conjunto de estambres que le da en conjunto ese aspecto de huevo frito. Las hojas son parecidas a las de la salvia, ovaladas, ásperas y peludas, lo que explica su nombre científico, mientras que su etimología quizá sea la misma que la de la jara, del árabe xara, que significa arbusto. El latín cistus («jara») se conserva en el sinónimo «cisto» como otro nombre para la jara en castellano. En catalán a esta flor se la conoce como estepa borrera, y en inglés con el poco imaginativo nombre de sage leaf rockrose, o «jara de hoja de salvia».

Las cistáceas en general son una familia de plantas apreciadas por su flores, y muchas de ellas se cultivan en jardinería. Son plantas resistentes, que pueden vivir en terrenos secos, y muy adaptadas a los incendios: sus semillas pueden permanecer latentes hasta que el calor las hace germinar, siendo de las primeras plantas en aparecer tras el fuego. Desde tiempo inmemorial se ha extraído la resina de algunas de sus especies para fabricar el ládano, que se usa actualmente como base en perfumería. Como curiosidad, se ha investigado su posible uso como planta favorecedora del cultivo de trufas, por la capacidad que tienen de entrar en simbiosis con esos hongos.

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Flores de Mieza: el botón de oro

El botón de oro es una de los centeneres de especies de ranunculáceas que existen. El de la primera foto es probablemente el conocido también como hierba velluda (Ranunculus bulbosus), o alguna subespecie de ella. El segundo posiblemente sea el botón de oro común, o hierba bellida (Ranunculus acris). La gran mayoría de los ranúnculos son muy parecidos, con flores de amarillo brillante, aunque algunos son blancos, como estos ranúnculos acuáticos o hierba lagunera (Ranunculus aquatilis) que fotografiamos en el puente de Sogo. Son todos venenosos, aunque su sabor amargo hace que los animales los eviten. Cuando las flores se secan desaparece su toxicidad.

La etimología de ranunculus (rana pequeña) quizá alude a que generalmente se encuentran cerca del agua o en lugares húmedos. Muchos de sus nombres comunes en diferentes idiomas comparten la referencia a «pie» (pata de gallina, pie corvino, pie de gato, pie de lobo, peu de gallina, pé de gallina, pê de galîña, crowfoot), seguramente por la forma trilobulada de las hojas que nacen del tallo. En inglés se la conoce comúnmente como «taza de mantequilla» (buttercup), y en alemán «flor de mantequilla» (Butterblume), porque el reflejo de la flor en la piel tiene ese tono de color.

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Flores de Mieza: la escoba blanca

A la escoba blanca (Cytisus multiflorus) en Mieza la llaman simplemente escoba, y cuando florece es lo más parecido a la nieve que se puede encontrar en aquellos campos en primavera. También se la conoce en otros sitios como marihuela y piorno; en catalán tiene el nombre de ginestera blanca, y en inglés white Spanish broom; en gallego uno de los nombres que tiene es el de codeso branco, y Cytisus es el latín para codeso, otro tipo de retama, pero de color amarillo, que da nombre al pueblo zamorano de Codesal, donde campa el mítico Argimiro Crespo («tú dámela borracha, que puta ya la haré yo»).

Aunque la escoba blanca es una planta endémica de la península ibérica, su uso ornamental y su capacidad de adaptación ha propiciado que se la encuentre en muchos lugares del mundo, tanto en jardines como en forma silvestre. En Australia figura en una lista de especies invasoras peligrosas para los ecosistemas de aquella región, porque llegado el caso la similitud del clima cálido y seco del sur de Europa con el de muchas zonas del país favorecería la expansión de la planta, y sería una amenaza para la biodiversidad nativa.

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Flores de Mieza: el gamón

El gamón (Asphodelus albus) ó gamona, como la conocen en Mieza, es una flor blanca con mucho fondo poético, cuyas flores se abren allí a mediados de abril, y que pertenece al numeroso género de los asfodelos, como también se la llama. Emilio, marido de Claudina y erudito de la tierra, cuenta que del corazón de la gamona extraían antaño una pequeña ramita que se mojaba en azufre para de esta forma fabricar cerillas. En catalán recibe el nombre de albó de muntanya, entre otros.

En la antigua Grecia se la relacionaba con el Hades, y se consideraba la comida favorita de los muertos que allí moraban. Se plantaba en las tumbas para hacer más fácil el viaje del fallecido a los Campos Elíseos, que Homero describía alfombrados de gamones eternos, y a Perséfone, la reina del Hades, se la representaba coronada de estas flores.

Más cercanos en el tiempo y la distancia, el gamón forma parte de la etimología de las poblaciones zamoranas de Gamones (además hay una localidad asturiana con ese nombre) y Torregamones, también en el Parque Natural de Arribes del Duero. En el pueblo gaditano de Ubrique se celebra una fiesta muy curiosa que se conoce como «día de los gamones».

El crédito de las fotos es para LFG.

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Flores de Mieza: el cantueso

La época en que se celebra la ruta senderista anual en Mieza es ideal para contemplar y disfrutar en sus veredas de decenas de flores diferentes, entre las que se encuentra el cantueso (Lavandula stoechas) ó tomillo borriquero, que es un tipo de lavanda común en toda la península, de espectacular color violeta. En Mieza la llaman simplemente tomillo, y en la zona del Carrascal se puede ver en abundancia. En catalán se la conoce como cap d’ase o tomaní, y en inglés la llaman Spanish Lavender ó French Lavender, y también Rabbit Ears por la forma de sus pétalos.

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